Accedemos a la casa de Álvaro Catalán de Ocón

Amor por los objetos de decoración: Vestir una casa al detalle

Álvaro Catalán de Ocón se asomó al panorama internacional del diseño en 2010, cuando su stand conjunto con su amigo Francesco Faccin ganó el premio del Salone Satellite en Milán. Desde entonces, sus lámparas reduccionistas y evocadoras, en las que una bombilla se enciende al colocarla sobre un soporte, como una vela en un candil, son una referencia imprescindible en el espacio privilegiado de Rossana Orlandi en cada Salone milanés. Álvaro produce él mismo la mayor parte de sus diseños desde un antiguo espacio industrial situado en el oeste de Madrid, su ciudad natal, que, después de vivir en Milán, Londres y Barcelona, transformó en vivienda, estudio y taller. Como en un guiño del destino, en tiempos fue una fábrica de lámparas.

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La fábrica reconvertida en casa, estudio y taller de uno de los diseñadores españoles más singulares de lámparas.

La vivienda, el taller y el estudio se sitúan en la primera planta, mientras que la baja queda reservada al almacén.

Houzz | Madrid
| 25/10/2017